¿Cabemos todos en la montaña? Bajo nuestro punto de vista, la respuesta es depende. La masificación turística de la montaña es un problema que afecta directamente a los ecosistemas.

Durante este año hemos visto que la situación de pandemia ha provocado una masificación de la montaña y sus bosques. Hemos sido testigos de fotos con colas para hacerse una foto en la Pica d’Estats, aglomeraciones en la Sierra de Cádiz, en los bosques del Berguedà para buscar setas, gente bañándose en lagos de alta montaña…

¿Cabemos todos en la montaña?

Aunque no guste a muchos, la respuesta es no. La montaña y los bosques no necesitan más gente incívica, irrespetuosa y falta de concienciación. Los espacios naturales son un patrimonio que deben conservar y respetar, para preservar los ecosistemas y que las próximas generaciones puedan disfrutar de sus paisajes. No se trata de vetar el acceso si no de buscar el equilibro de la balanza.

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En muchos parques naturales de alrededor del mundo con grandes rutas de senderismo y trekking, sólo puede acceder un determinado número de visitantes o excursionistas al día. Por ejemplo, en el Fiordland National Park de Nueva Zelanda, existe la una de las mejores rutas del mundo, el Milford Track. Una travesía de 4 días que recorre uno de los lugares más espectaculares de los Alpes Neozelandeses a lo largo de valles glaciares, antiguos bosques tropicales y cientos de cascadas. A esta ruta solo pueden acceder unas 90 personas cada día, y porque solo se puede dormir en los refugios y hay aforo limitado, sino para no masificar los bosques.

Lo mismo pasa en muchos parques naturales de EEUU o Canadá. En el caso de Estados Unidos existe el Annual Pass, un carnet que da acceso a cuatro personas a más de 2.000 parques naturales de todo el país durante un año. Además del acceso a 4 personas adultas (menores de 16 años gratis), el carnet también permite la entrada de un coche. Esto supone unos 20$ por persona al año que se destinan a preservar los parques nacionales.

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Lugareños y visitantes, una historia de amor y odio

De toda la vida en la montaña, han existido conflictos entre la gente local y los visitantes. Los unos porque quieren ir en moto por los caminos de las montañas su pueblo y los otros porque les molesta. Y en sentido contrario también pasa porque por desgracia, el civismo y respeto por la naturaleza de muchos de los visitantes hoy en día, deja mucho que desear.

Con los últimos acontecimientos de masificación de este año en la montaña debidos al COVID-19, muchas entidades se están planteando seriamente aplicar una regulación para acceder a los espacios naturales. Algo que no puede ser excesivamente estricto, ya que se corre el riesgo de que afecte al turismo. Por eso, estas medidas deben ser justas y que piensen en todos.

Esto lo decimos porque la masificación turística aporta un valor económico muchas veces dependiente para la economía local. Pero es una arma de doble filo que beneficia a unos aspectos en deterioro de otros. Por esto además de estudiar medidas de amortización económica en las localidades, es necesaria la concienciación y la pedagogía en la sociedad y regular de manera justa.

Una regulación justa y necesaria

Algo parecido al Annual Pass de Estados Unidos podría ser una buena solución. Como hemos dicho, esto permite una inyección de fondos. Un dinero que se podría destinar a contratar más personal para los parques naturales, limpieza de bosques, protección de ecosistemas, proyectos de preservación de fauna y flora autóctona, etc.

Medidas simples y justas como hacen en muchas partes del planeta. Por ejemplo, en lugares como el Estany d’Estats en el que se permite la acampada, regular la capacidad de personas que pueden acampar durante un día mediante reserva previa sería una solución. De esta manera evitas la masificación y por un justo precio por ejemplo de 5€ por persona y noche, se obtienen fuentes de ingresos. Y de esta manera atacar poco a poco a las problemáticas de manera consensuada.

España, el país con más reservas de la Biosfera del mundo

Todo esto pasa en el país con más reservas de la biosfera del mundo. España cuenta con 52 Reservas de la Biosfera entre las que se encuentran Doñana, los Picos de Europa, el Montseny, Terres de l’Ebre, Menorca, Fuerteventura, el Macizo de Anaga, Ordesa, Terras do Miño, entre muchas otras.

Los próximos diez años serán cruciales para evitar la extinción masiva de especies en nuestro planeta. La disminución de los hábitats, la explotación de los recursos naturales, el cambio climático y la contaminación son las principales amenazas a las que debemos enfrentarnos para legar a las futuras generaciones un planeta habitable y saludable. ONU

Ante esta situación de riesgo, es imprescindible tomar medidas para conservar espacios como los parques naturales. Pero no solo basta con destinar fondos para la preservación de los parques y brindarlos de recursos, pues se necesita otra cosa más: La implicación, concienciación y cohesión de la sociedad y de la población local.

Por último, si vas a ir a la montaña con tu furgoneta, siempre respetando el medio, no te olvides de llevar un buen seguro para tu autocaravana o furgoneta. En CamperCover, contamos con el mejor equipo de profesionales a tu disposición y asistencia 24h.